Barchín del Hoyo. Yacimiento Fuente de la Mota.

Esta ruta la vamos ha hacer con toda la familia, es una ruta fácil con muchas paradas, y el único tramo más dificultoso es el principio que tiene una corta cuesta hasta llegar al yacimiento, además de tener que pasar por un trozo de labor, y luego saliendo de el bajaremos unas escaleras y tendremos otra cuestecilla hasta coger el camino Real. 

Vista aérea del yacimiento

Los caminos son anchos y buenos, y siempre con aire, es una de las características de este yacimiento, lo hicieron en una colina donde siempre hace aire. Por eso podemos encontrar grandes molinos de viento en las cercanías.

Comenzamos la ruta en la puerta del Ayuntamiento, donde está el Centro de recepción de visitantes, y continuamos por el pueblo buscando una fuente y el camino que nos llevará al Yacimiento.

Salimos ya por el camino y nos encontramos las primeras cuestas que parece que nos llevan a lo alto de los molinos de viento, pero después de unas curvas pronunciadas giramos en sentido contrario a ellos para meternos dentro de un sembrado que tenemos que atravesar.

Esa zona hacia abajo la llaman "el Tesorillo" porque se encontraros los primeros descubrimientos arqueológicos en 1656, y el rey Felipe IV, al ver que se encontraron edificios y piezas arqueológicas romanas de oro y plata  lo financió para intentar descubrir nuevas piezas.

Bordeamos el sembrado y nos encontramos la muralla, con restos de sus torres y un foso seco tallado en la roca. Los Íberos construían sus ciudades en una "península" montañosa, y por el lado que no tenía la protección natural del borde montañoso, construían un gran foso. Además las murallas y las torres hacían que fuera muy complicado entrar.

La muralla sería 2 veces la altura del árbol. Y se puede ver el foso, que era mucho más profundo

Seguimos con las bicis rodeando por el marquen izquierdo la ciudad íbera, y se puede vislumbrar por las marcas de los carros en el suelo un camino que bordeando la muralla de la ciudad  y entraba a ella rodeando una torre por donde todo el mundo tenía que pasar para entrar.

El camino rodea la torre que tenía forma circular.

Desde aquí nos damos cuenta del aire que hace siempre en esta zona. Los Íberos aprovechaban este aire para poner hornos, en los que entraba esa brisa y podían hacer espadas y lanzas con una calidad mejor que las de otros lugares al poder calentar el hierro a más temperatura.

Bajamos por la senda, se pueden ver los olivos que trajeron los romanos, donde antes había ganadería y huertos con los que se abastecían en la ciudad.

Seguimos nuestra ruta bajando por una senda con escalones y seguimos por la segunda cuesta arriba del día hasta llegar al camino Real por donde pasaban toda clase de mercancías y viajeros. Hoy en día, en muchos tramos de esta antigua ruta pasan nuestras carreteras.

Camino Real

El camino ya no tiene complicaciones, a partir de aquí no tenemos que "descabalgarnos" para nada sino para almorzar alguna cosa con los niños y para ver una construcción muy típica antes, pero que ahora quedan muy pocos enteros como este chozo.

Hora del Almuerzo

Chozo a la vista.

Los chozos estaban estratégicamente orientados. Con la puerta mirando al sur para que en invierno que el sol que esta más bajo entrara a todo el habitáculo y en verano con el sol más vertical  no pudiera entrar y se protegían de el.

Además la parte norte tenía mas grosor y hacían unos agujeros al norte, sur y este para que pudiera entrar el aire y se ventilara. Si querían hacer una pequeña hoguera podía salir el humo perfectamente.

Vamos llegando ya otra vez a Barchín del Hoyo, pero justo antes de entrar a el paramos para ver la ermita de la Virgen del Espino. Muy sencilla pero a la vez muy bonita.

Una vez que entramos al pueblo nos dirigimos para ver lo que queda de su torre que está al lado de la iglesia. Esta torre forma parte de un conjunto de ellas, diseminadas (en el pueblo de al lado, Piqueras del Castillo encontramos otra completamente restaurada) por el territorio de una forma estratégica para controlar el territorio. Es arquitectura de reconquista, en la que los nuevos pobladores se les da tierra y libertad, y la proximidad con los territorios musulmanes hace que esta iniciativa repobladora cuente con una estructura de protección.

Finalizamos la ruta. No se ha hecho muy larga, aunque hemos tardado casi 3 horas en hacer 10 Km con los niños, pero con las paradas, tramos andando en las subidas y tantas cosas que ver los niños y nosotros hemos disfrutado una magnífica mañana.

Podéis encontrar más rutas muy fáciles y con un gran contenido cultural en esta sección de wikilok del Club en Ruta, de la que seguramente sacaré algún que otro reportaje más.

Os dejo el track para descargarlo y un mapa para que no os perdáis. También os dejo un vídeo promocional del yacimiento.

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