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miércoles, 15 de noviembre de 2017

Sierra de las Cuerdas. Pinturas Rupestres de Villar del Humo, Torre Barrachina.

Cultura, historia y naturaleza. Aprovechando la ruta que hicimos el otro día con algunos alumnos de los institutos de Carboneras y Landete, realizamos una ruta muy interesante.

Es corta, pero tiene cultura, historia y naturaleza como he dicho al comenzar. Vemos vestigios de diferentes culturas en épocas distintas, la forma de adaptarse al medio a través de los siglos sin dañar el entorno. De sacar provecho a la naturaleza sin agotarla. Es ahora nuestra cultura actual la que explota sin contemplaciones todos los recursos de la tierra.

La ruta la empezamos en Villar del Humo, y aquí viene el lado negativo, y es que como está diseñada para jóvenes sin experiencia, es lineal y no terminamos donde empezamos, no llega a 20 Km pero tenemos que tener un conductor que nos recoja, o tenemos que volvernos por donde hemos venido.

Si conocéis la zona podéis improvisar la vuelta o mirar un mapa y planear la vuelta por donde queráis.

Como iba diciendo empezamos la ruta por Villar del Humo visitando el nuevo centro de interpretación que tienen. Es muy recomendable que alguien os explique las cosas en el centro de interpretación y sobre todo en las Pinturas Rupestres, porque vais a poder apreciar y entender mucho mejor lo que veis.

En todo momento vamos rodeados de bosque de pinos y rocas color rodeno. Aunque empezamos subiendo, podemos observar alrededor nuestro el bello paisaje.


Después de cruzar el río Mesto con las hojas de los árboles a medio caer llegamos a la Torre Barrachina.

Esta torre de origen musulmán se va adaptando a los tiempos, y no podría entenderse su uso sin tener en cuenta las otras torres en toda la zona, es igual que la torre que vemos en el reportaje que hice de Barchín del Hoyo. Aunque no se vean entre ellas en algunos casos, todos sabían donde estaban situadas y se comunicaban entre ellas para avisarse y defenderse de los atacantes en la reconquista.



Estas torres también con el paso de los tiempos fueron usadas para controlar los caminos y cobrar impuestos a los comerciantes, viajantes, ganaderos, pastores, etc. Es la antesala de nuestra moderna Agencia Tributaria. Pero antes era cada noble o la iglesia la que cobraba por pasar por sus terrenos.

En la parte de arriba, las torres tenían una pasarela de madera alrededor de ellas para vigilar en la lejanía, ya que estaban situadas estratégicamente para tener una gran visión.

Torre Barrachina.
Ahora la torre esta abandonada, y aunque el proyecto de restauración está hecho, descansa dentro de un cajón olvidado. Con el centro de interpretación (que por cierto me gusto muchísimo), las pinturas rupestres (que son una maravilla) y la torre restaurada se le podría dar un empujón económico y darle valor a toda esta zona que cada vez está más despoblada.

Desde aquí continuamos a pie para ver las pinturas.

Seguimos la ruta, y en pocos kilómetros llegamos a Selva Pascuala y podemos ver los abrigos con las Pinturas Rupestres. Como ya he dicho anteriormente, si contáis con un guía que os explique lo que veis mucho mejor, además, están cerradas con llave, y si no avisáis no podréis entrar.

Toro

Ellos os explicaran las diferentes etapas en las pinturas, la etapa naturalista y la esquemática, os dirán porque iban a esa zona a pintar, ya que no se han encontrado poblaciones cercanas. Y también podréis descubrir lo que no se ve, porque estos abrigos estaban pintados en su totalidad y los últimos estudios que se han hecho y gracias a nuevas técnicas aplicadas en estas paredes se pueden vislumbrar pinturas que no se ven a simple vista, pero que existieron y existen. La religión prehistórica. El toro, ya presente en la época del paleolítico y neolítico. La relación del hombre con la naturaleza en diferentes momentos y épocas prehistóricas, y su gran capacidad intelectual, etc.

Pintura más moderna que el toro de un hombre con caballos.

En resumen, estas pinturas, y no solo las de Selva Pascuala, sino en toda esta zona como Peña del Escrito, Rambla del Anear, Cueva del Bullón, Marmalo, Castellón de los Machos, Peña del Castellaresta, etc. Son parajes todos cercanos con una concentración de joyas de arte prehistórico que tenemos que conservar.

Seguimos y aunque ya hemos subido unas cuantas cuestas, aún falta la peor. A partir de aquí viene una subida que no llega a un kilómetro, pero que tiene mucha más complejidad técnica, son piedras sueltas y losas por las que el camino "escala" el valle para llegar a una bonita y también técnica bajada hasta el Cañizar.

Subida un poco más técnica.

Tenemos que tener en cuenta que vamos con gente que no monta en bici normalmente y la mayoría suben muchos tramos andando, pero una persona que monte en bici habitualmente no creo que tenga problemas, menos en algún punto concreto.


Después de la bajada, que tenemos que tener cuidado, porque encontramos muchas piedras, y sobre todo el terreno muy estropeado por las últimas lluvias, llegamos al Cañizar, unas fábricas y un pueblo para albergar a sus trabajadores al lado del río Cabriel, donde explotaban la resina que extraían de los pinos.

El pueblo está al otro lado de la carretera nacional, y no pasamos por ella, pero en la entrada de Los Serranos, si que lo hacemos.

No hice fotos de las fábricas abandonadas (en esta página encontramos muchos detalles de interés), pero si se pueden ver las diferentes construcciones, unas más modernas que otras, las chimeneas, las casas de los técnicos, como se convierte poco a poco de ruinas a yacimiento. Son vestigios modernos de una industria abandonada en los años 60.

La ruta acaba unos metros más adelante, al pie de la carretera de Cuenca-Cañete. Una ruta de menos de 20 Km, con alguna complicación, pero que cualquier persona puede realizar y por eso creo que es idónea para hacerla en familia o con amigos (no digo que sea una ruta muy fácil para hacer con niños) y pasar una mañana o tarde recorriendo la sierra noreste de Cuenca, paseando por la historia, de la más antigua hasta el siglo pasado donde abandonamos y dejamos de aprovechar un territorio con un grave problema de despoblación.



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